Joven de Amajac reivindica a las mujeres e indígenas de México: Cuitláhuac García
Ciudad de México.- La develación de la escultura de La joven de Amajac, en la glorieta de Paseo de la Reforma, es un paso más hacia la reivindicación de las mujeres, en particular, al visibilizar a las indígenas, coincidieron el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama.
“Este monumento impone la verdad, aquí existían pueblos desarrollados donde ellas ejercían un papel preponderante (…) este mensaje quedó incrustado en una ciudad donde por primera vez hubo una Jefa de Gobierno gracias a la 4T, y en Álamo, después de este hallazgo, también decidieron elegir a una presidenta municipal”, manifestó el mandatario veracruzano.
Con la participación especial de las alcaldesas de Álamo, Blanca Lilia Arrieta Pardo; de Amaxac de Guerrero, Tlaxcala, Nancy Cortés Hernández, y las integrantes del Colectivo de Mujeres Indígenas AMAJAC, Micaela López Gómez Paloma y Rocío Márquez, destacaron el rol que juegan las mujeres en todos los ámbitos, sobre todo en los puestos de decisión al formar parte de la vida pública del país.
“Quiero reconocer el tiempo histórico que vivimos en México, un tiempo que hace mucho esperábamos. Esta develación es la reivindicación de los pueblos originarios, no solo de las luchas de las mujeres, porque pertenece a los pueblos originarios de estas tierras desde antes que llegaran los euro conquistadores”, afirmó Arrieta Pardo.
Al hacer uso de la voz, Batres Guadarrama aseguró que La joven de Amajac es un símbolo de lucha anticolonialista y antirracista porque “reúne símbolos de la subalternidad, es indígena, es joven y al mismo tiempo gobernante. La colocación justo aquí, dentro de lo que fue la glorieta de Colón es un homenaje y una reivindicación de las comunidades indígenas, de los pobres, de las mujeres, es decir, de lo subalterno, de la otredad”.
La réplica es tres veces mayor a la original, hecha en cantera de púlpito del diablo y técnica tradicional de talla directa por canteros de Chimalhuacán; una gobernante del sur de la Huasteca, una figura mágica y cosmogónica, su cara expresa firmeza y nobleza, su corona con chalchihuites significa “cosa preciosa” y de su tocado surgen dos collares que detentan su poderío por medio de un sentido humano y bello.
“El cuerpo es una síntesis geométrica que la convierte en deidad y detona su posición y linaje. Los eventos del pasado moderan su carácter e identidad y ofrecen la lectura de un territorio y recuperación de la memoria”, describió el representante de la Sociedad Civil del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos, Samuel Alcántara Onofre.
En enero del 2021, después de sus labores del campo, las familias de César Cabrera Cruz y Alejandro Céspedes le dieron vuelta a una gran piedra que hacía tiempo se había desenterrado en su naranjal; para su sorpresa descubrieron que era una pieza de 2 m de largo. La figura humana mide 1.45 m de pies a tocado, y la espiga, 55 cm. El ancho máximo es de 49 cm y el espesor promedio es de 25 cm.
De acuerdo al Instituto Nacional de Antropología e Historia, representa una joven mujer de pie, tiene rostro pequeño y ojos ahuecados indicados por un reborde, nariz mediana y recta, la boca se presenta abierta y ligeramente ahuecada y posee las comisuras caídas. La oreja derecha es poco definida, pero similar a la izquierda, y de ambas penden orejeras consistentes en dos círculos, uno debajo del otro; hoy la figura se encuentra en el Museo de Antropología de la Ciudad de México.